domingo, 18 de julio de 2010

ES EL DIA DE LA LIBERTAD Y LA IGUALDAD: ¡ NELSON MANDELA!

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Comparezco ante vosotros no como profeta, sino como humilde servidor. Vosotros y vuestros sacrificios heroicos me han permitido estar hoy aquí delante de vosotros y por lo tanto, los años que me queden de vida, estarán en vuestras manos». Estas fueron las primeras palabras que pronunció un envejecido Nelson Mandela, nada más salir de la cárcel el 11 de febrero de 1990, hoy justo hace 20 años. A las 16:20 horas cruzaba por última vez el umbral de la prisión de Victor Verster, a 60 kilómetros de Ciudad del Cabo, vestido de gris, apoyado en el brazo de su esposa Winnie y saludando con el puño en alto a la multitud que le esperaba... tras 27 años encerrado.
Inmediatamente después se dirigía a la plaza The Grand Parade, en el centro de Ciudad del Cabo, donde más de medio millón de personas esperaba, en un ambiente de celebración, para escuchar el primer discurso del hombre que simbolizaba las aspiraciones negras y debía llevar a Sudáfrica al final de la segregación racial: «Hoy, la mayoría de los surafricanos, negros y blancos, han reconocido que el apartheid no tiene futuro y por lo tanto debe ser abolido con el esfuerzo y la lucha de todos, para de esa manera poder alcanzar la tan ansiada paz y prosperidad».

Durante los primeros años de la década del 50 Mandela desempeñó un importante papel en la resistencia contra los desalojos de las Zonas Oeste y contra la introducción de la Educación Bantú. También tuvo una importante participación en la divulgación de la Carta de la Libertad aprobada por el Congreso del Pueblo en 1955.


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A finales de los 50, Mandela centró su atención en la lucha contra la explotación de los trabajadores, las leyes de pases, la incipiente política de los bantustanes y la segregación de las universidades abiertas. Muy temprano Mandela había llegado a la conclusión de que la política de los bantustanes era una farsa política y un absurdo económico. Predijo, con triste acierto, que sobrevendría un programa de desalojos masivos, persecuciones políticas y terror policial. Sobre la segregación de las universidades, señaló que la amistad y armonía inter-racial que se forjaba mediante la interrelación y asociación de los diversos grupos raciales en las universidades mezcladas constituían una amenaza directa para la política del apartheid y baasskap (sumisión a los amos), y que el cierre de las universidades a los negros pretendía eliminar esa amenaza.
A lo largo de toda la década del 50, Mandela fue víctima de varias formas de represión. Se le proscribió, detuvo y encarceló. Durante casi toda la segunda mitad de la década fue uno de los acusados en el gigantesco Juicio por Traición, lo cual afectó seriamente no sólo su trabajo como abogado sino también su trabajo político. Después de la Masacre de Sharpsville en 1960, el ANC fue declarado ilegal y Mandela fue encarcelado.

En 1961 El Juicio por Traición se desplomó en momentos en que Sudáfrica avanzaba hacia la adopción de una constitución republicana. Habiéndose ilegalizado el ANC, la dirección comenzaba a organizarse en la clandestinidad. Nelson Mandela surgió como la figura principal en esta nueva etapa de la lucha. En marzo de 1961, por iniciativa del ANC, 1400 delegados se reunieron en Pietermaritburg para una Conferencia de Todos los Africanos. El orador principal fue Nelson Mandela. En un impresionante discurso retó al régimen del apartheid a que convocara una convención nacional representativa de todos los sudafricanos para entre todos redactar una nueva constitución sustentada en principios democráticos. De lo contrario, advertía, obligaría a la mayoría (los negros), a celebrar la próxima inauguración de la República con una huelga general de masas. De inmediato pasó a la clandestinidad para dirigir la campaña. Aunque la respuesta al llamado fue menor de lo que Mandela esperaba, recibió considerable respaldo a lo largo y ancho del país. La reacción del gobierno fue realizar la mayor movilización militar desde la guerra, y la República nació en medio del temor y la aprehensión.

Mandela fue juzgado y condenado a cinco años de cárcel. Mientras cumplía esta sentencia, en el juicio de Rivonia se le acusó de sabotaje. Las declaraciones de Mandela ante el tribunal durante este proceso son clásicos en la historia de la resistencia contra el apartheid, y han inspirado a todos. Su histórico alegato concluye con las siguientes palabras:
He luchado contra la dominación blanca, he luchado contra la dominación negra. He venerado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la cual todas las personas vivan juntas en armonía e igualdad de oportunidades. Es un ideal al cual espero consagrar mi vida y lograr. Pero si fuere preciso, es un ideal por el cual estoy dispuesto a morir.
Mandela fue condenado a cadena perpetua y comenzó su encarcelamiento en la célebre Prisión de Robben Island, prisión de máxima seguridad ubicada en una pequeña isla a 7 Km de las costas de Ciudad del Cabo. En abril de 1984 fue trasladado a la Prisión Pollsmoor en Ciudad del Cabo, y en diciembre de 1988 fue trasladado a la Prisión Víctor Vester cerca de Paarl, de donde posteriormente fue puesto en libertad. Durante su encarcelamiento, Mandela reiteradas veces rechazó ofrecimientos de sus carceleros de reducir su sentencia a cambio de que aceptara la política de los bantustanes reconociendo la independencia de Transkei y accediendo a asentarse allí. En la década del 80 Mandela rechazó nuevamente un ofrecimiento de libertad a cambio de renunciar a la violencia. Su respuesta: "Los prisioneros no pueden asumir contratos. Sólo pueden negociar los hombres libres."
El 11 de febrero de 1990 Mandela fue puesto en libertad, y se entregó por entero a luchar por alcanzar los objetivos que se habían propuesto él y sus compañeros casi cuatro décadas antes. En 1991, durante la primera conferencia nacional del ANC celebrada en Sudáfrica después de décadas de proscripción, Nelson Mandela fue electo Presidente del ANC, mientras que su compañero y amigo de toda la vida, Oliver Tambo, fue electo Presidente Nacional de la organización.



Nelson Mandela nunca ha flaqueado en su consagración a la democracia, la igualdad y la instrucción. Pese a terribles provocaciones, nunca ha respondido con racismo a los actos de racismo. Su vida ha sido ejemplo, para Sudáfrica y para el mundo; Para todos los oprimidos y desposeídos, para todos los que se oponen a la opresión y la desposesión.
Por una vida que simboliza el triunfo del espíritu humano por sobre la inhumanidad de unos hombres hacia otros, Nelson Mandela recibió el Premio Nobel de la Paz en nombre de todos los sudafricanos que tanto sufrieron y sacrificaron por lograr la paz en nuestra tierra.

1 comentario:

  1. si algunos de los que dirigin las grandes naciones del mundo. tuviesen un poquito de lo que Mandela es. seriamos un mundo libre, no habrian fronteras que electrificar. habria mas humanismo, nos abrazariamos sin distincion de raza, color o partido politico. aun estamos a tiempo de enderezar las politicas nefastas y tratar de fomentar el amor, la paz, la humildad y sobre todo el amor y temor a Dios quien algun dia creo a un hombre de sentimientos reales y sinceros como lo es Mandela. Dios guarde a este mundo.....

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