Epopeya "historica" en España del famoso deporte llamado fútbol

Mañana es la gran final, un acontecimiento calificado de “histórico” Qué pasará, toda la sociedad está convulsionada, las muestras de entusiasmo se mezclan con el fanatismo y la histeria. Me preocupa si las cosas no salen como se espera, o si por el contrario, se consigue el resultado previsto –cosa que creo muy evidente y que deseo-, no se sepa conducir o administrar debidamente. Si no se ha tenido una experiencia en Triunfos tan excepcionales, se puede disparar el desmadre, la improvisación y el aprovechamiento por parte de intereses mezquinos. Todo es bueno y maravilloso en su justa medida. Creo sinceramente que es bueno lo que nos está pasando como sociedad, justamente en una época de crisis económica y desempleo, pero dejemos pensar a nuestra razón para que ayude a nuestro corazón a ser feliz, es decir, pensemos y disfrutemos racionalmente y en su justa medida, esta “epopeya histórica del famoso deporte llamado fútbol”.

Llegar a una final ya es un motivo de fiesta, esta selección merece un aplauso aunque no consiga ganar. Es un gran ejemplo de integración trabajo en equipo, de entusiasmo y colectividad, una ilusión grande y trabajo cotidiano y sacrificado.

Sin embargo, no por eso, hay que olvidar que el futbol como la mayoría de los deportes ha sido absorbido por el mercado y convertido en un negocio. Que si bien los jugadores profesionales son personas, y la mayoria sino todos, grandísimas personas, así como el cuerpo técnico. Todos ellos recibirán una compensación económica inimaginable para lo que es un sueldo mínimo; y que muchas empresas como las televisiones y las fabricas de banderas y camisetas, se llenarán de ganancia, muchas veces sin mejorar en nada la situación de sus trabajadores. Pero aún así nos emocionamos con la selección, pero no perdamos la medida de la realidad ¡Viva la selección, tenemos la mejor selección del mundo!! Pero tambien queremos un mundo y una vida más digna, tenemos una gran tarea por hacer en la sociedad, tengamos también esa elusión y ese entusiasmo.