lunes, 16 de junio de 2014

La otra realidad del Mundial de Futbol Brasil 2014




El pasado 12 de junio se inició la Copa mundial de la FIFA –el 2014 World Cup-, presentada como el evento deportivo más importante del año, que se centra en la competición para definir qué país tiene el mejor equipo de fútbol. Tendría que ser un motivo de orgullo nacional para el país que hospeda este acontecimiento, Brasil, país conocido por su gran afición a este deporte. Ni que decir tiene que una motivación que ha tenido el gobierno brasileño para conseguir ser la sede de esta competición ha sido la promoción del país a nivel mundial. Su intención era presentar a Brasil como una referencia mundial, no solo como potencia deportiva, sino también económica y comercial. Era una manera de presentar el “milagro” brasileño, un milagro que ha transformado el país en una potencia mundial, centro de los países emergentes.

Pero la sorpresa de estos juegos ha sido el desarrollo de un movimiento popular de protesta a su alrededor. Que un país como Brasil, amante de este deporte, vea este tipo de protesta, parece tan sorprendente como que Roma viera una protesta popular contra la pizza o España contra la paella. El fútbol es para Brasil lo que la paella es para la cocina española o la pizza para la italiana. Son elementos clave de sus culturas. Y, sin embargo, estamos viendo en Brasil una gran protesta, generalizada, en contra del Mundial. ¿Por qué?
La respuesta es fácil de ver. La realidad social brasileña explica esta protesta, que es incluso todavía más llamativa por el hecho de que el festival ha sido promovido activamente por un gobierno de izquierdas. En realidad, la protesta popular, que cuenta con un amplio apoyo (solo uno de cada dos brasileños apoya el Mundial), está basada en que el enorme coste de prepararlo va en detrimento del bienestar de las clases populares y, muy en especial, de los sectores más vulnerables. 


Este festival se percibe ampliamente entre la población como un monumento enormemente costoso, para satisfacer el orgullo nacional de las élites gobernantes (que siempre monopolizan el sentimiento “patriótico” nacional), fenómeno que pasa frecuentemente en todos los países, pero cuya obscenidad es más vistosa en países donde el nivel de vida de la población es todavía muy insuficiente, muy por debajo del que el país podría alcanzar por su nivel de riqueza. Las enormes desigualdades en estos países, como Brasil (uno de los países más desiguales de América Latina), se hacen patentes en la enorme miseria de las favelas y barrios obreros, al lado de una enorme riqueza con mansiones de una exuberancia escandalosa por el contraste con el resto de la población. Y sus servicios públicos están muy poco financiados. En realidad, su gasto público social por habitante es de los más bajos de aquel hemisferio. Es cierto que los gobiernos de izquierda han reducido la pobreza extrema a base de programas asistenciales financiados a través del Estado. Pero estos programas han sido pagados con fondos derivados del gran crecimiento económico y no de la redistribución de la riqueza en el país, que ha continuado siendo de los más desiguales hoy en aquel continente.

La gran pobreza de su sector público, junto con las exuberantes riquezas, explica la explosión social. De ahí la enorme protesta, que no es la primera en Latinoamérica. Recordemos las movilizaciones populares en Méjico de 1968, en protesta por los enormes costes que suponía la preparación de los Juegos Olímpicos, que culminaron con una de las mayores manifestaciones vistas en aquel país, en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, compuesta por estudiantes y obreros, que terminó con la matanza de más de cien víctimas.


Ayer fue en Méjico. Hoy es en Brasil. Diariamente tienen lugar manifestaciones en las calles de Brasil con pancartas que claman, con razón: ¡FIFA (la organización mundial que organiza esta competición), devuélvenos el dinero! ¡Lo queremos para la sanidad y para la educación públicas de nuestro pueblo! ¡Fuera el Mundial!. El mensaje no puede ser más claro y más cargado de razón. En un país en el que amplios sectores de la población urbana viven en tipos de viviendas miserables y los servicios públicos están pésimamente financiados, el Estado brasileño se ha gastado una gran cantidad de recursos en construir uno de los grandes estadios, con cuyos fondos podían haberse construido 150.000 viviendas dignas para un número igual de familias (tal como ha denunciado uno de los futbolistas más conocidos de Brasil, el famoso Romario, citado en el excelente artículo de Dave Zirin “Brazil’s Dance With the Devil”, The Nation, 16.04.14, del cual extraigo algunos de los datos presentados).

La sorpresa es que estas protestas han cogido por sorpresa al gobierno de izquierdas brasileño. La sorpresa es precisamente la sorpresa de este gobierno y es un indicador más de la distancia que existe en Brasil entre los gobernantes y los gobernados. Es también un ejemplo de lo que les ocurre a muchos partidos con auténtica vocación transformadora que, una vez elegidos, se adaptan a la lógica del poder y terminan abandonando su vocación y su alma, reproduciendo los vicios y maneras de pensar del establishment económico, financiero, mediático y político del país, al cual terminan sirviendo, convirtiéndose en un componente más de la estructura de poder.
Esta insensibilidad y abandono de sus raíces ha puesto al Estado brasileño en una situación insostenible, pues su única respuesta es la represión frente a estas movilizaciones, represión que, por cierto, es claramente contraproducente, pues además de originar más simpatía y apoyo popular entre la población, da una pésima imagen del Mundial a nivel internacional.

Pero, por desgracia, no será la última vez que ello ocurra. El supuesto “patriotismo” de las élites gobernantes les lleva a apoyar medidas faraónicas que, como siempre ocurre, pagan los más débiles. El caso más extremo serán los próximos Juegos en Qatar, un país medieval, que quiere promocionar el país y el fútbol (es uno de los patrocinadores del Fútbol Club Barcelona, que lleva el símbolo de Qatar en su camiseta, sustituyendo al hasta ahora existente, UNICEF). Estos juegos, con un coste elevadísimo, se pagarán con la riqueza petrolífera del país, extraída de sus yacimientos por trabajadores cuyas condiciones laborales se asemejan a la esclavitud. Esta es la realidad, ignorada, cuando no ocultada, tras estos enormes ejercicios faraónicos. 

Articulo de Vicenç Navarro; en Publico.es

martes, 3 de junio de 2014

Miles de personas reclaman un referéndum sobre la Monarquía: "No más reyes, referendum ya", fue el grito unánime

En medio de una crisis económica que castiga seriamente a la población, surge en el escenrio político un asunto que si bien tiene su importancia, parece que desvia la atención de las verdaderas necesidades de la sociedad española. Hay muchas agendas ocultas tras esta decisión, no es nada casual la elección del momento. La sociedad civil busca aprovechar la situación para gererar respuestas organizadas, creemos que es una gran oportunidad para avanzar hacia una mayor participación que impida o al menos limite el despotismo y corrupción de parte de la clase política, en gran medida responsable de la situación del pueblo de  España.
 

  • Miles de personas se concentran en Barcelona a favor de la República
  • La Comunidad Valenciana pide un referéndum por la república.
  • Madrid realiza una multitudinaria manifestación. 
  • El independentismo se moviliza a medio gas a favor de la República.
  • El gobierno apoya y facilita la tramitación.


Miles de personas se concentraron ayer en decenas de ciudades españolas para reclamar la abolición de la Monarquía y la instauración de la Tercera República por medio de un referéndum. Las protestas, convocadas en apenas unas horas, principalmente a través de las redes sociales, movilizaron a una gran parte de la izquierda, que reclamó el cambio institucional tras la abdicación del Rey. Madrid acogió probablemente la concentración más numerosa: unas 20.000 personas se congregaron en la Puerta del Sol y las calles adyacentes, según fuentes policiales. Mientras, en la plaza de Catalunya, en Barcelona, se reunieron unas 5.000 personas, según la Guardia Urbana.
No es fácil calibrar la magnitud de la movilización, aunque algunos participantes reconocieron que ciertas manifestaciones del 15-M Acampada Sol fueron más multitudinarias. Diversos dirigentes políticos de izquierda en Cataluña apuntaban que habrá nuevas protestas durante la tramitación de la ley orgánica que consagrará la sucesión.

La convocatoria de Madrid fue realizada por asociaciones políticas y sociales de izquierda. En la Puerta de Sol abundaron las banderas de Equo, del PCE y de otras formaciones de izquierda. Hilario Montereo, un jubilado de 68 años, fue uno de los primeros ciudadanos en llegar tras enterarse de la cita por televisión. “Vengo a proclamar la Tercera República. La Monarquía en pleno siglo XXI es anacrónica”, proclamó.


Una joven que leía la edición vespertina de EL PAÍS explicaba: “Estoy aquí porque lo que ha sucedido hoy, la abdicación del Rey Juan Carlos, es historia”. Y continuaba: “Estoy a favor del referéndum, aunque a pesar de estar en contra de la Monarquía, estoy más en contra de nuestros dirigentes. Entiendo que suena raro, pero es así”. Mientras, un fuerte dispositivo policial rodeaba tanto el Palacio Real como el Congreso para evitar que los manifestantes se desplazasen hasta allí. Un grupo de un centenar de manifestantes que se dirigía hacia la Plaza de Oriente tuvo que regresar a Sol ante el bloqueo policial. La concentración discurrió sin incidentes.


"Mi padre era republicano y luchó a favor de la República. Lo metieron en un campo de concentración. Sufrimos mucho. Hoy no podía faltar", opina Remedios Rodríguez, de 82 años. A la concentración de Madrid acudieron dirigentes de IU como Cayo Lara, Gaspar Llamazares o Alberto Garzón, así como el responsable de Equo, Juan López de Uralde.

Pasadas las 23.30, cerca de un millar de personas que seguían en Sol comenzaron a abandonar el lugar tras celebrar una asamblea en la que acordaron regresar al día siguiente de nuevo.

En Barcelona, unas 5.000 personas respondieron a la convocatoria consensuada por Esquerra, Iniciativa y la CUP. “Aquí tenemos un elemento esperanzador con el derecho a decidir y en Madrid, donde también se mueven cosas, tienen la ilusión del cambio de régimen”, señaló un diputado de izquierdas. La convocatoria dejó una imagen nunca vista: las esteladas y la bandera tricolor republicana se mezclaron por primera vez, aunque ganaron por goleada las enseñas independentistas. CiU se desmarcó y no secundó ninguna de las convocatorias que sucedieron en plazas de Ayuntamientos de toda Cataluña.

La Asamblea Nacional Catalana, responsable de la movilización de las dos últimas Diadas, aclaró a sus afiliados que no convocaba. En Altafulla (Tarragona), el alcalde, de Esquerra Unida, colgó la bandera republicana. Los militantes ecosocialistas lucían pegatinas verdes con el lema “Queremos la República”, y Joan Herrera, coordinador general de Iniciativa, defendió el referéndum: “No dejaremos que nos cambien un Rey por otro”. En la protesta, participaron las Juventudes Socialistas y el diputado del PSC Ferran Pedret.

Las concentraciones, en un ambiente festivo, se sucedieron en Andalucía, Valencia, Galicia, País Vasco o Baleares. En Sevilla, entre 4.500 y 5.000 personas, según fuentes de IU —2.000 según la Policía Municipal— acudieron a la Plaza Nueva, frente a la sede del Ayuntamiento. Los manifestantes portaban decenas de banderas republicanas, andaluzas, alguna del PCE y también de Podemos y corearon lemas como: “Felipe acelera que viene la tercera”.


En Galicia, hubo protestas en A Coruña y Santiago aunque la cita más importante tuvo como escenario Vigo, donde se escucharon lemas como “La Zarzuela, el próximo desahucio”, coreados por unos manifestantes cuya media de edad rondaba los 30 años. Ourense y Lugo acogieron concentraciones simultáneas en favor de la República y la independencia. La Comunidad Valenciana registró manifestaciones en sus principales ciudades (Valencia, Alicante, Gandia, Dénia, Alcoi, Elche y Castellón). En Castellón, se sumaron a la protesta dos ediles socialistas: Carme Oliver y Javier Perís. Cristian y Ángel, dos jóvenes estudiantes de la Universidad de Alicante, afirmaban: “Queremos decidir y que no nos impongan nada y menos una monarquía antigua”. En el País Vasco, 3.000 personas respondieron al llamamiento de la izquierda abertzale que organizó concentraciones en las tres capitales de la comunidad autónoma y en Pamplona bajo el lema “Independencia” y a favor de una “República vasca libre”.


El Pais, 2 de Junio 2014

Dicen que el 91% de las Cortes apoyarán la Reforma Constitucional:
 Las Cortes culminarán el día 18 de junio el trámite parlamentario de la sucesión del Rey, según ha explicado Jesús Posada, presidente del Congreso. A partir de ahí, será la Casa Real la que establezca la fecha de la coronación de Felipe VI en el hemiciclo en sesión conjunta y solemne de Congreso de los Diputados y Senado.

 Nuevo escenario Político

Mariano Rajoy ha anunciado esta mañana, en declaración institucional, un hecho inédito en la joven democracia de este país: el propósito del Rey Juan Carlos de abdicar y transmitir la jefatura del Estado a su hijo, el Príncipe de Asturias, de conformidad con lo previsto en el artículo 57, 1º y 2º de la Constitución. Fuentes consultadas por este diario, atribuyen al nuevo escenario político español dibujado tras las elecciones al Parlamento Europeo del pasado 25 de mayo la decisión de Don Juan Carlos que venía siendo barajada en la Zarzuela desde hace más de año y medio, como informó El Confidencial el 22 de febrero del pasado año (El Rey baraja ya su abdicación).
Después del accidente del Rey en Botsuana hace poco más de dos años (Historia de cómo la Corona entra en barrena de 15 de abril de 2012), que motivó una inédita petición de perdón de Don Juan Carlos y con los avatares del proceso judicial penal que se sigue contra su yerno, Iñaki Urdangarin, imputado por varios delitos y en el que podría ser procesada por blanqueo de capitales y delito fiscal su hija menor, la infanta Doña Cristina, Don Felipe ha venido adquiriendo un protagonismo en el que se ha sostenido la Corona (La Operación Don Felipe, en marcha de 19 de abril de 2012). La misión del heredero ha consistido en suplir -hasta donde constitucionalmente ha sido posible- las ausencias del Rey motivadas por sus recurrentes problemas de salud de los que el Jefe del Estado ha aparecido más recuperado en los últimos meses.



No obstante, la situación del Rey, en términos políticos y sociales, y pese a su esfuerzo y al de su entorno, no ha remontado (Rescatar la Corona, de 24 de mayo de 2014) como lo demostrarían los sucesivos barómetros de Centro de Investigaciones Sociológicas. Desde 2011, la institución es suspendida por los ciudadanos. Entonces alcanzó una calificación del 4,89. La nota bajó en 2013 hasta el 3,68 y apenas repuntó (sólo a un 3,72) en 2014, pese a la mayor actividad institucional del Rey y a su gran exposición pública con motivo del fallecimiento del ex presidente Suárez el pasado 23 de marzo y sus viajes a Marruecos, Portugal y países árabes y su presencia en distintos eventos como la final de la Champions en Lisboa el pasado 24 de mayo. La Reina y el Príncipe de Asturias, sin embargo, acaparan mayor simpatía y popularidad que Don Juan Carlos
Las razones que el año pasado parecían aconsejar la abdicación del Rey, lejos de haberse diluido se han transformado en perentorias debido, por una parte, a la esterilidad de los esfuerzos de la Zarzuela por mejorar la visibilidad y popularidad del Jefe del Estado, y, por otra, a la fortísima crisis del sistema político y al deterioro social por el que atraviesa España, que se ha agudizado con los resultados de las elecciones europeas del pasado 25 de mayo.

La permanencia de Don Juan Carlos en la Jefatura del Estado ha venido sustentándose en el consenso del Partido Popular y del PSOE, pero los comicios europeos han dejado tocado el bipartidismo (la suma de ambos partidos no alcanzó el 49% de los votos) y sumido a los socialistas en una crisis que se ha cobrado ya la pieza del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que cederá su cargo el 20 de julio en un Congreso extraordinario del partido en el que se prevé que sean elegidos dirigentes de generaciones sin vinculación vital y afectiva a la transición y mucho más inclinados a las tradicionales tesis republicanas de la izquierda que conectarían especialmente con los segmentos más jóvenes. El 7 de abril del pasado año, en un macrosondeo de El País, el Rey perdía 32 puntos de aceptación respecto de otro anterior de las mismas características, debido al rechazo de los votantes del PSOE y de los jóvenes. Los menores de 34 años otorgaban al Jefe del Estado un nota muy negativa (-41), mientras que el mayor respaldo al monarca se registraba entre los mayores de 55 años.



Los pésimos resultados del PSOE (23%), muy próximos al desplome, y los muy malos del PP (sólo el 26% de los sufragios), con la emergencia de fuerzas políticas de claro signo republicano (IU, Podemos y, en menor medida, UPyD), proyectan un legislativo en la próxima legislatura que podría fragilizar aún más de lo que está la Corona y a su titular. A estas circunstancias se añade el muy posible procesamiento de la infanta Doña Cristina en el caso Nóos que podría ser confirmado por la Audiencia de Palma, lo que supondría sentar en el banquillo al yerno y la hija del Rey y al secretario de las infantas, Carlos García Revenga.
Este escenario de inmediato futuro hubiera alcanzado al monarca en una dinámica de progresiva debilidad -en este cuadro no hay que olvidar la apuesta independentista de Cataluña en donde Esquerra Republicana superó en la europeas a CiU convirtiéndose en la primera fuerza política de la comunidad- que comprometía a Don Juan Carlos pero también a la institución. De ahí que, como han apuntado intelectuales como Santos Juliá, “la transmisión en vida de la Corona puede ser el principio de una recuperación de confianza bajo su nuevo titular”. La abdicación se configura así como un movimiento institucional histórico para reforzar la Monarquía parlamentaria e iniciar una nueva etapa política con la Jefatura del Estado en la persona de Don Felipe de Borbón, que el pasado 30 de enero cumplió 46 años.


La abdicación del Rey se produce, además, en el contexto en el que se desenvuelven monarquías parlamentarias europeas como la de Holanda y Bélgica. En Enero del pasado año, la reina Beatriz renunció en favor de su heredero el príncipe Guillermo (1967), lo mismo que en julio hizo el rey de los belgas, Alberto II que resignó su cargo en su primogénito Felipe (1960). Ambas monarquías, así como la británica, han superado en años anteriores fortísimas crisis que los nuevos titulares de la Corona han logrado eludir renovando la institución y evitando que prosperasen los pequeños pero activos grupos que cuestionaban la Monarquía. Lo mismo podría suceder en España con la abdicación de Don Juan Carlos, que ha culminado uno de los reinados más largos y fructíferos de nuestra historia y al que la democracia española le debe su padrinazgo e impulso.

Articulo de José Antonio Zarzalejo, columnista del diario El Confidencial. 


Felipe VI será proclamado rey el 18 junio



Felipe VI será proclamado rey de España el próximo 18 de junio ante las Cortes Generales reunidas en el Congreso de los Diputados, según han confirmado fuentes de la Mesa de la Cámara baja.
Este órgano ha admitido a trámite este martes por la tarde el proyecto de ley orgánica que hará efectiva la abdicación del rey Juan Carlos y que será aprobado, primero por el Congreso el miércoles de la semana que viene (11 de junio), y después por el Senado, con toda probabilidad en la víspera de la proclamación.
La Mesa del Congreso ha calificado el proyecto de ley y lo ha elevado a la Junta de Portavoces para que ponga fecha a su debate en sesión plenaria, ya que el Gobierno ha pedido que se trámite con urgencia. El proyecto de ley ha sido aprobado por el Consejo de Ministros a mediodía y a primera hora de la tarde ya había sido admitido a trámite en la Mesa del Congreso, cuya reunión semanal se había retrasado unas horas para dar tiempo a la llegada del texto a la Cámara Baja.


El Gobierno aprueba una ley de artículo único
El Consejo de Ministros ha aprobado este mediodía en reunión extraordinaria la ley orgánica que regulará la abdicación del rey y que ha sido enviada hoy mismo al Parlamento.
El Consejo de Ministros ha aprobado en su reunión extraordinaria de esta mañana un proyecto de ley orgánica para regular la abdicación del rey Juan Carlos I que cuenta con un artículo único y una disposición final única para hacer efectiva la renuncia a la Corona de España. La norma entrará en vigor en el mismo momento en que se publique en el BOE, han informado fuentes del Ejecutivo.
En concreto, el proyecto aprobado incluye un artículo único que dice textualmente: "S. M. el rey Juan Carlos I de Borbón abdica la Corona de España. La abdicación será efectiva en el momento de entrada en vigor de la presente ley orgánica". La disposición final única indica que la entrada en vigor tendrá lugar en el momento de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.