Hoy mas que nunca se habla de los problemas de la economía de la financiación y de las deudas. y se menciona constantemente el origen del fallo del sistema. Según parece todas las culpas las tienen "las hipotecas basura", que básicamente significan que son prestamos que sustentan la compra, casi siempre, de una vivienda, pero que son tan absurdas o imposibles, que no se podrán pagar. Es decir, quienes la planifican, saben de antemano lo que esto significa. no podemos en absoluto pensar que quienes manejan el capital financiero asumen riesgos que no están calculados y muy estudiados. Los que por ignorancia o ingenuidad caen en el juego somos nosotros, el ciudadano que para el sistema financiero es sólo un consumidor o cliente. Quienes caemos en el juego no nos damos cuenta de que somos una simple pieza del juego en el que no participamos, pero que que através de los hilos invisibles pero poderosos de la economía controlan nuestra vida.
Frente a esta realidad que nos afecta o nos puede afectar tarde o temprano, qué podemos hacer. Yo planteo que podemos hacer algo importante. Cambiar nuestra visión de la sociedad, y en todo caso al hacerlo, cambiar nuestra forma de situarnos en la vida. Si nos vemos como consumidores, seguiremos siempre dependiendo de los poderes económicos, yo propongo volver a consuiderarnos ciudadanos y recuperar nuestro poder social y político. Si entramos en asociaciones, si nos organizamos en comites de barrio, en grupos de reinvindicación y recuperamos nuestro derecho a ser parte de la sociedad y reclamamos que somos los ciudadanos quienes tenemos que decir y exigir el tipo de sociedad en que queremos vivir, no es tan difícil, quienes inician el camino por las organizaciones sociales saben que siempre podemos sumar, frente al sistema financiero que nos quiere separados y aislados. Aunque no lo parezca hay muchas alternativas para empezar. No hipotequemos nuestra vida a un sistema que como cada vez es más evidente para quien quiera verlo no favorece personas sino que nos conduce a una sociedad basura, de usar y tirar.
Frente a esta realidad que nos afecta o nos puede afectar tarde o temprano, qué podemos hacer. Yo planteo que podemos hacer algo importante. Cambiar nuestra visión de la sociedad, y en todo caso al hacerlo, cambiar nuestra forma de situarnos en la vida. Si nos vemos como consumidores, seguiremos siempre dependiendo de los poderes económicos, yo propongo volver a consuiderarnos ciudadanos y recuperar nuestro poder social y político. Si entramos en asociaciones, si nos organizamos en comites de barrio, en grupos de reinvindicación y recuperamos nuestro derecho a ser parte de la sociedad y reclamamos que somos los ciudadanos quienes tenemos que decir y exigir el tipo de sociedad en que queremos vivir, no es tan difícil, quienes inician el camino por las organizaciones sociales saben que siempre podemos sumar, frente al sistema financiero que nos quiere separados y aislados. Aunque no lo parezca hay muchas alternativas para empezar. No hipotequemos nuestra vida a un sistema que como cada vez es más evidente para quien quiera verlo no favorece personas sino que nos conduce a una sociedad basura, de usar y tirar.
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