miércoles, 17 de septiembre de 2008

CRISIS DE LA GLOBALIZACIÓN, UNA TORMENTA QUE DESAMPARA A LOS DE SIEMPRE


Es interesante analizar las noticias y comentarios que hoy en dia se centran en la crisis mundial que sufre la economía. Seguramente ya estaremos cansados de escuchar. Y los presagios actuales sobre los peligros y consecuencias que pueden caernos. La precariedad del empleo, por ejemplo, acaso no se está dando el mejor contexto para que los partidarios de la jornada laboral de 65 horas semanales puedan hacer triunfar sus injustas tesis.
Cuando en psicología humanista hablamos de crisis hacemos siempre referencia a la oportunidad de crecimiento para quien la padece. Pero en este caso, la crisis económica no ofrece oportunidades de algo mejor,
PARECE QUE ESTUVIESEMOS ANTE ALGO IRREMEDIABLE,
¡¡¡¡¡¡¿¿es un fenómeno natural?!!!!!!.
Incluso hay analistas que timidamente, pero descaradamente señalan que está crisis se ha producido con plena autorización, es decir, no se puede afirmar que sorprenda y menos a los señores del capital, las trasnacionales. La conclusión en definitiva es que la manera en que se actúo con los creditos basura fue irresponsable, o responsable según quién lo mire, cumplieron su función de enrriquecer y mover la economía, pero sin valorar las consecuencias, y mucho menos las víctimas.
En conclusión si aguzamos el oído escucharemos que los lideres del capital nos cuentan que este es el ciclo que necesita la economía, luego vendran años de crecimiento y posteriormente otra vez, crisis, y así sucesivamente. Pero lo que no se dice nunca, es quienes tomaron la decisión, quienes tenian claro conocimiento de lo que se iba producir, al parecer todos actuaron pero nadie tenía la función de valorar éticamente. Nadie, en ningún lugar, pregunta a quienes sufrimos las consecuencias de las crisis, a veces con situaciones domesticas que se vuelven irrversibles, pero esto no se dice ni se dirá; es como diría algún "distinguido" dirigente mundial, "efectos colaterales", "daños no queridos", es decir, nuestra vida y nuestro futuro no depende ni de nuestro esfuerzo, ni de nada que podamos controlar, solamente servimos para que el sistema se justifique y funcione. Bienevenidos a la ruleta rusa, ala lotería, si te toca ser una víctima, lo siento, quedarás siempre en el anonimato. Buena suerte.


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