martes, 10 de mayo de 2011

Restringuir "Schenger" las garantias para la libre circulación de personas, se consuma el abandono de los desposeidos




El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha negado este martes ante la Eurocámara que el Ejecutivo haya cedido ante "las presiones xenófobas y populistas" de Italia y Francia en la propuesta de reforma del acuerdo de la Europa sin fronteras Schengen.

Barroso ha defendido ante los eurodiputados críticos la iniciativa de la CE de permitir la reintroducción temporal de las fronteras interiores en el Espacio Schengen, propuesta impulsada por los líderes italiano y francés Nicolas Sarkozy y Silvio Berlusconi.

La situación actual es vergonzosa, cuando por una parte Europa dice apoyar las revueltas ciudadanas, por los derechos humanos en Siria Egipto, Libia, mientras que es capaz de cerrar las puertas a los miles de refugiados que se lanzan en su desesperación en busca de mejores condiciones en la Europa occidental para iniciar una vida más digna, desde el aparente "modelo de sociedad" que se pretende imponer a nivel mundial.

Hay que denunciar que las últimas semanas Francia e Italia están utilizado como pretexto la llegada masiva de personas a la isla italiana de Lampedusa a causa de las revueltas en el norte de África para ir en la dirección contraria de donde debería ir Europa y aplicar la cláusula de solidaridad.

"Nuestra propuesta no pretende erosionar la libre circulación sino fortalecerla", ha apuntado el presidente de la CE, que se ha defendido de las críticas de obediencia ciega a París y Roma señalando que "no estamos cediendo ante los xenófobos y populistas".

Es una gran contradicción la que se está viviendo que tarde o temprano se volverá contra los propios ciudadanos europeos, el miedo al inmigrante y los partidos de derecha proponiendo políticas xenófobos parece que van ganando espacio a la libertad y la solidaridad. Pocas voces se levantan hoy en apoyo de los inmigrantes, lo que significa una política de rechazo y restricción que ya se está imponiendo en los países europeos.

Paralelamente es terrible la noticia que barcos militares europeos y de la OTAN dejaron morir en el mar de hambre y sed a 61 inmigrantes en el mes de marzo cuando la embarcación con la que pretendían llegar a la isla italiana de Lampedusa desde Libia quedó a la deriva por el Mediterráneo. La Alianza Atlántica ha negado el hecho pero ha abierto una investigación.

Pese a las numerosas llamadas de auxilio no sólo de los ocupantes de la barcaza, sino de la Guardia Costera italiana, nunca fueron atendidos. Sólo 11 personas sobrevivieron.

El diario británico The Guardian denuncia este lunes la tragedia de estas personas, que llegaron a estar en contacto con un helicóptero militar y un buque de guerra de la OTAN sin ser atendidos. El periódico presenta la información a partir del relato de los 11 supervivientes, que confirmaron haber estado 16 días en alta mar.

"Cada día nos despertábamos y encontrábamos más cuerpos, que dejábamos a bordo durante 24 horas y después tirábamos por la borda", explica al diario Abu Kurke, uno de los inmigrantes que trataba de llegar a Italia en esa embarcación. "En los últimos días no sabíamos ni quién éramos [...] Todos estaban o rezando o muriendo".

Esta realidad pasa sencillamente como una noticia más, no llegamos a valorar la inumanidad a la que estamos asistiendo, bajo el pretexto que vivimos tiempos de emergencia por la crisis económica, se están vulnerando los más elementales derechos humanos y nos hacemos no sólo cómplices sino verdugos de los pobres que huyen de la desesperación, no vale la excusa que son nuestros gobernantes los que deciden, nuestra sociedad y cada uno de nosotros estamos implicados en está realidad, una decisión inmoral no puede ser aceptada pasivamente, sobre todo cuando es la vida de personas la que está en juego, repito la suerte de miles de personas.

¡Buenos días y buena suerte!

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