NO TENEMOS MIEDO

La última intervención policial de carácter violenta sobre la manifestación del movimiento 15-de-Mayo, pone de manifiesto la incomodidad que genera en la clase política y en el sistema establecido, que constantemente caen en declaraciones y explicaciones contradictorias.

Por otra parte, aunque muchos intenten negarlo y ocultarlo con infundios, los manifestantes están mostrando una gran inteligencia y lucidez en la lectura de la realidad, aunque esta sea considerada como una audacia imperdonable que merece castigo y represión.

A nuestro entender una de las falacias que está poniendo en evidencia el movimiento es nuestra consideración de la política y de la clase política. Los que buscan una manera de estigmatizarlos definitivamente los acusan de políticos extremistas, de querer imponer una premisa peligrosa, "que los políticos no sirven", y les dicen que si quieren influir en la realidad deben hacerlo en el juego democrático de la política. Es decir, que entren en los partidos, es decir, absorverlos en el sitema.

Estas acusaciones y racionamientos no merecen más comentario que decir que en el fondo lo que el ciudadano "decente" debe hacer es seguir haciendo lo que los políticos dicen, acatando sus decisiones y canonizando su sistema. Cuestionar el sistema "democrático" es una sedicción peligrosísima. Son radicales, son vándalos, son bárbaros que se quieren cargar el sitema que tantos nos ha costado imponer.

Frente a esta posición de la ideología del miedo y la defensa del statu quo, no se puede argumentar ya que no es posible hablar de nuevas reglas de la sociedad, nuevas formas de participación social, y de nuevas condiciones para los políticos, mucho menos plantear cambios en las reglas económicas y de mercado, incluyendo el mercado del trabajo. Todo esto pone de relieve que el sistema político actual tiene como función principal proteger, el mercado, las ganancias y todo lo que supone el sistema económico y financiero que impera en este primer mundo, aunque se lleve por delante la vida humana, la justicia, y la igualdad social.

Pero lo que más me gusta de las últimas actuaciones del movimientos, a pesar de los apaleamientos, y de los demoledores ataques descalificadores en los medios, es que cada vez se repite más en las plazas y en las manifestaciones: NO TENEMOS MIEDO.

¡Buenos días y buena suerte!