sábado, 27 de noviembre de 2010
Dia Internacional contra la VIOLENCIA DE GÉNERO
MANIFIESTO
Con motivo de la conmemoración del 25 de noviembre, día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer queremos mostrar nuestro reconocimiento al coraje y a la valentía de tantas mujeres que, día a día, logran superar el miedo y las múltiples barreras levantadas a lo largo de siglos de dominación machista, para rebelarse contra su maltratador y llevarle ante la Justicia.
Tenemos el convencimiento de que es necesaria la implicación de los hombres y las mujeres de este país para luchar contra la violencia de género, porque el problema no es sólo de las víctimas.
Instituciones y ciudadanía, desde cualquier ámbito, tenemos la obligación de luchar contra la violencia que sufren las mujeres, y el deber de denunciar todo comportamiento que atente contra la dignidad y la seguridad de las mujeres y la de sus hijos e hijas.
En lo que va de año, los asesinatos por violencia machista alcanzan la terrible cifra, a fecha de 25 de octubre de 2010, de 64 mujeres y de 13 niños y niñas.
Se calcula que, aproximadamente, 800.000 niños y niñas sufren, en su entorno y con gran intensidad, la violencia de género; menores que necesitan una protección especial y el apoyo de toda la ciudadanía para salir de la espiral de violencia que sufren, han sufrido o sufrirán.
Para hacer frente a esta realidad se han aprobado leyes innovadoras y de gran importancia en materia de igualdad y de prevención de violencia machista, se han activado recursos de atención, apoyo y orientación para las mujeres víctimas de la violencia de género y día a día se ponen en marcha medidas y programas que, impulsados por las asociaciones de mujeres y promovidos por instituciones públicas, pretenden erradicar estas conductas discriminatorias y violentas.
Pero esto no basta. La lucha contra la violencia exige un compromiso de todas y cada una de las personas que conformamos la sociedad, un compromiso personal, de cada institución, de cada colectivo u organización.
Sólo entonces, asumiendo nuestra responsabilidad, tanto individual como colectiva, en la tolerancia cero ante el maltrato, en la denuncia de actitudes denigrantes y humillantes, seremos capaces de hacer desaparecer la mayor lacra que sufre nuestra sociedad: la violencia de género. Porque el silencio es el mejor cómplice de los maltratadores. Si ante una agresión volvemos la cabeza y callamos, estamos colaborando a crear espacios de impunidad para los agresores, y a incrementar el sufrimiento de las víctimas.
Desde el convencimiento de que no existen barreras ideológicas ni políticas que impidan un frente común contra la violencia sexista, proponemos la firma de este manifiesto mediante el cual, cada firmante, adquiere el firme compromiso de luchar contra todas las manifestaciones de violencia que sufren las mujeres en esta sociedad, de mostrar rechazo a todos aquellos que la ejercen, de promover el cambio social mediante una posición de tolerancia cero frente al machismo, en definitiva, no ser cómplices con el silencio.
(Leido por Vicente Del Bosque en Salamanca)
miércoles, 10 de noviembre de 2010
LA BANCA ETICA, SEMILLA DE UNA NUEVA ECONOMÍA
Deseo presentar las interesantes ideas que sustentan la posición de Joan Antoni Melé,acerca de un cambio radical sobre nuestro modelo económico actual.
En su experiencia siempre abrigó el sentimiento de que el in trincado mundo de la economía iba mal, pues acababa por apoderarse de la mayoría, como si el objetivo prioritario de la existencia fuera ganar dinero. En su actividad de enseñante y de conferenciante encuentra acuerdo en la mayoría, aun cuando declara sin rodeos que estamos equivocados y nos manipulan indebidamente.
Voy a referirme a tres aspectos suyos fundamentales: 1.La crisis que estamos sufriendo. 2.La responsabilidad personal frente al dinero .3. El compromiso de todos por preservar el sentido de la vida.
LA CRISIS
Es lo primero , porque a todos nos afecta. ¿Cómo es posible que, hoy, disponiendo de tanta riqueza, tengamos que padecer tantos conflictos a nivel individual y colectivo?
1. Crisis del modelo económico
Técnica y científicamente hemos avanzado tanto que mucha gente apenas puede entender ese avance. Pero lo que sí entendemos todos es que la situación medioambiental es insostenible: al aire, las aguas, el suelo están contaminados, de modo que nos parece cierto lo que muchos biólogos afirman: la tierra está enferma y, si no reaccionamos a tiempo, la situación puede ser irreversible.
Reaccionar a tiempo significa admitir que las cosas las hemos hecho mal y que en ellas todos tenemos una parte de responsabilidad. Hemos avanzado mucho en el campo de la medicina, en el campo de lo social y hemos gritado que la guerra es una barbarie y, sin embargo, nos toca hoy vivir conflictos armados absolutamente crueles.
Sufrimos la enorme crisis económica actual y , sin embargo, jamás como ahora, ha habido tanto dinero sobre la tierra. Y, paradójicamente, no hemos tenido dinero para erradicar el hambre y sí lo hemos tenido para cubrir el déficit de entidades bancarias que han perpetrado barbaridades con el dinero de sus ahorradores.
La globalización ha flexibilizado las fronteras, haciendo posible la circulación de las mercancías y ha provocado un crecimiento económico especulativo irreal. No es justo que teniendo más riqueza que nunca, haya más pobreza que nunca. No es justo que miles de personas lleguen en pateras a nuestras playas jugándose la vida.
Las desigualdades y la pobreza han hecho que existan mil millones de personas analfabetas, que mil millones de niños vivan en la pobreza, que cuatrocientos millones no tengan acceso al agua potable, que unos 29. 000 niños hayan muerto cada día en el 2003 antes de alcanzar los cinco años de edad. Y, sin embargo, con un uno por ciento de lo que el mundo invierte cada año en armas, se podría poner a cada niño en una escuela.
Contamos con el hecho de que los bancos, a partir del 1989, perdiendo su relación con la economía productiva real, impulsaron la circulación del dinero de forma ficticia y virtual, sin correspondencia con una verdadera creación de riqueza. El dinero se hinchó como un globo multiplicando su valor hasta que reventó: sobraba el dinero falso y faltaba el dinero verdadero. Se hacía patente una conclusión: la codicia de los individuos es la que produce el dinero especulativo y lo que estalla es simplemente una dirección falsa dada al dinero: una crisis de conciencia y de valores.
La economía especulativa trata de estrangular nuestra conciencia y de que le entreguemos a ojos ciegas nuestra vida. Ella asegura nuestra felicidad.: Tráigame todo su dinero y le regalaremos cosas que le harán acreedor a la envidia de todos sus invitados.
Y no debemos preocuparnos. Ella negocia con nuestro dinero, sin nosotros saberlo, metiéndolo en energía nuclear, tabaco, industria armamentística,... Increíble: protestamos contra la guerra del Irak y, al mismo tiempo, la financiamos con nuestro dinero.
La economía especulativa es una mentira si su funcionamiento no atiende al impacto y consecuencias que produce en todos los seres humanos y en el medio ambiente. El beneficio es bueno, pero a condición de que no se pervierta. Y se pervierte cuando se busca por sí mismo y para sí solo. El beneficio no causa la riqueza, deriva de ella. Si el beneficio se convierte en fín de sí mismo, entonces ya no importa el modo como se logra: contaminando, esclavizando, ...
Se trata, por tanto, de dar una nueva dirección a nuestro modelo económico, el cual depende de cada uno de nosotros. Pero esto no es posible sin u n cambio radical en nuestra manera de pensar y de actuar sobre el dinero. ¿Qué dirección debiéramos darle a nuestro dinero?
2. La Banca ética independiente
Todos en la vida nos guiamos por unos valores que mueven nuestra voluntad y acción, nuestros beneficios. Pero si queremos llegar a una convivencia en paz debemos regirnos por el principio: Lo tuyo me in teresa tanto como lo mío.
Esta manera de negociar nuestro dinero y beneficios dio origen a la banca ética independiente. Con el capital de sus clientes, la banca ética promueve la agricultura ecológica, el comercio justo, la cooperación al desarrollo, la tecnología medioambiental, etc. Y, como consecuencia, no conoce la crisis especulativa. Da opción a que los consumidores conscientes , que se mueven por valores como la solidaridad, la integridad, la paz, la justicia y la sostenibilidad , puedan poner su dinero allí donde se protegen y potencian esos valores. Es la semilla de la nueva economía que pretende ser verdaderamente útil para los seres humanos y que comienza inevitablemente con la conquista de la responsabilidad individual. Hay que comprender que es posible cambiar el mundo con el dinero de uno, por poco que sea, si este uno somos todos (Joan A. Melé, Dinero y conciencia. ¿A quién sirve mi dinero?, Plataforma Editorial, 2009, p, 47).
EL PASO DECISIVO
1. ¿Quién sino todos nosotros?
Los problemas del mundo son nuestros problemas. Si aceptamos nuestra propia autonomía y responsabilidad, veremos que no se conquistan huyendo hacia fuera o esperando que los problemas nos los resuelvan los Gobiernos. Las cosas cambiarán si cambiamos nosotros.El problema verdadero reside esencialmente en lo siguiente: estamos siguiendo las consignas de un modelo económico-social que nos implica a todos, sin darnos cuenta de que nos hacemos esclavos de él. Ese modelo no es neutro, sino que configura nuestra existencia y relaciones, de manera tal que no hace sino crear división, desigualdad, hambre, miseria y guerra. Ese modelo actúa de patrón y nos esclaviza. O lo cambiamos o nos lleva a una destrucción masiva.
Los puntos básicos a cambiar de ese modelo son:
. Es falso el dogma capitalista de que la persona es esencialmente egoísta.
. Es falsa esta condición egoísta que se organiza y actúa darwinísticamente como mercado libre, competitividad, ley de la oferta y demanda, etc. Tú mira por lo tuyo y que cada cual se espabile como pueda. Esa es, según Adam Smitch, la ley que regula equilibradamente la convivencia.
En contra, debemos afirmar que: el mercado no regula nada, eres tú quien actúa . Las consecuencias van a depender de lo que tú hagas con tu dinero y actuación en el mercado.
2. Dar sentido a la vida, no equivale a ganar dinero
Hay que comenzar por fijar que el objetivo no es ganar dinero sino conocer y decidir bien lo que eres y lo que quieres hacer con tu vida. Dar sentido a la vida no equivale a ganar dinero y emplearlo en necesidades puramente artificiales. Frente a una economía sin sentido, hay que crear otra con sentido, que le permita ver a la gente que lo que hace es bueno y, además, genera beneficio. Por ejemplo: yo fabrico vasos que no perjudican al medio ambiente y que, además, son baratos y bellos.
Es obvio que debemos resolver nuestras necesidades de comida, vestido, vivienda, transporte, relación, cultura... y debemos hacerlo sin perder de vista que en todo eso está como centro el ser humano. El beneficio debe existir y él mismo nos debe indicar cuándo la riqueza que creamos es correcta y beneficiosa para todos.
Ahora, el modelo económico vigente nos lleva por otro camino. El dinero establece una relación inconsciente con nosotros mismos, con fuerzas internas nuestras poderosas: el miedo, la codicia, el poder, el éxito. ¿Qué hago con tanto dinero? ¿Y qué debo hacer para no perderlo?
Cuando compramos (alimento, ropa, muebles) debiéramos preguntarnos si lo hacemos de manera ética y responsable. Consumir ecológicamente es lo único que debiera permitirse. No lo harán los Gobiernos, pero podemos hacerlo nosotros. En cuanto se incremente el consumo ecológico, aumentará la distribución y se abaratará. Conviene saber que España es uno de los países del mundo con mayor producción de agricultura ecológica. Sólo en Andalucía hay ocho mil agricultores ecológicos.
El trabajo es la dignidad del ser humano, y el salario su reconocimiento, y es una infamia tratar el trabajo como una mercancía. A cada uno hay que pagar lo que le toque para que todos podamos vivir: esto es dignidad.
La idea del banco no es mala en sí. El banco puede prestar un dinero con interés, pues es justo que quien crea riqueza prestando su dinero la pueda compartir, siempre que el interés, dominado por la avaricia, no se convierta en usura. Hay razones para admitir que los ahorradores lleven su dinero al banco y se fíen más de él que de individuos particulares. El Banco siempre dispone de mejores condiciones para devolver el dinero a quien se lo ha entregado que un particular. Sin embargo, esto no deja de convertirse en una tentación, pues sin hacer nada mi dinero me da más dinero y así se alienta el deseo de vivir sin hacer nada.
Recientemente, los Bancos, guiados por la ley de la competitividad, se lanzaron a campañas de oferta de interés y unos a otros se pisan los talones para lograr que los clientes lleven el dinero a su propio Banco: doy el nueve doy el diez, doy el doce y añado regalos magníficos. Nadie necesita esos regalos, pero allí están las colas para meter el dinero. Y es que el dinero no tiene amigos y el cero con veinte es el cero con veinte.
La clave del problema está en preguntarse qué se va a hacer con el dinero confiado al Banco. Es evidente que el dinero no se queda congelado en el Banco, circula repartido entre bastantes empresas. ¿Cuánto nos ha costado la guerra del Irak hasta el año 2008? Tres billones de euros. ¿Y de dónde sale tanto dinero? De los Bancos, que lo guardan. Y nosotros nos hemos limitado a llevar nuestro dinero con la esperanza de que nos den el máximo de interés posible. Y el Banco es objeto de nuestra felicitación porque lo han invertido allí donde los negocios son más rentables (armas, petróleo, alimentación transgénica...) La culpa de que se estén financiando actividades ilegales es de todos porque metemos el dinero en los bancos.
Somos la primera generación planetaria , que descubre el valor de la ciudadanía universal como valor y derecho de todos, que nos lleva a incluir y no excluir, a conjugar el binomio individuo-comunidad en relación armónica. En esa relación es básico el papel de la economía. Por ella nos relacionamos los unos con los otros y con la Casa Tierra. Todo lo que hacemos (amor/egoísmo; libertad/esclavitud) repercute en ella.
La distorsión de la relación individuo-comunidad alcanza su máxima perversión en las guerras, que parten del supuesto falso de que el hombre es lobo para el hombre y no hermano y de que los conflictos deben resolverse con el derecho de la fuerza y no con la fuerza del derecho. La solución existe: la que considera que todos poseemos una misma dignidad y valores, unos mismos derechos y obligaciones, vinculantes para todos desde una ética de responsabilidad y libertad.
UNA SOLUCIÓN ALTERNATIVA
1. El caso del Triodos Bank
Estamos palpando las consecuencias de un error histórico: el haber pasado de una conciencia de grupo a otra de individualidad egoísta. Somos seres comunitarios dentro de una historia y cultura que nos transmite el sentido de la vida. Estamos vinculados al pasado y a las generaciones anteriores, de las cuales nos llega el legado de que la vida humana por su razón y libertad se trasciende así misma y no le basta una explicación mecanicista. La herencia cultural recibida nos hace ver nuestra religación de unos con otros, con el cosmos, con la naturaleza, con Dios. Y para explicar esta religación sagrada no basta la ciencia ni una religión ritualista.
El momento actual nos está invitando a entender que, por encima de los conceptos de patria, nación, religión, sexo, etc. está el concepto esencial de la dignidad huma que confiere a todos categoría y condición de ciudadanos universales.
Siendo esto así, un sistema bancario ético es el que utiliza el dinero de sus clientes para mejorar el mundo , para mejorar la concordia entre las personas y pueblos.
Nuestro dinero no debe ir a parar a entidades financieras que destruyen el medio ambiente, no respeta los derechos humanos, etc. La paz sólo se puede construir si la apoyamos con una banca ética.
Tridos Bank representa, desde 1968, la creación de un Banco diferente, implantado en varios países, también España. Ha ido creciendo cada vez más y ha demostrado dejar de ser un sueño. Dicha Banca está financiando actividades a las que no llega la banca convencional: escuela, arte, proyectos de cooperación al desarrollo, actividades religiosas, etc. El banco, tras cuidadoso examen, presta el dinero y con la condición de que pueda ser recuperado, incluso a largo plazo. El capital está en manos de unos 12.000 accionistas, ninguno de los cuales puede poseer más del 10 %. Está regulado por el banco de España (país de acogida) y pro el Banco Central Holandés (país de origen).
2. Una banca con valores
En el 2009, se produce la alianza de once Bancos (entre ellos el Triodos Bank), especializados en bancas éticas , sumando sus activos fundacionales más de 10.000 millones de dólares. Su objetivo es contribuir a crear una alernativa positiva a un sistema financiero global en crisis, con la seguridad de poseer el potencial necesario para introducir mejoras innovadoras. El modelo combina la rentabilidad social y medio ambiental.
Dar el dinero para que otros se realicen es la antítesis del egoísmo. Cuando damos, obramos en coherencia con lo más puro de nuestro ser y nos liberamos: contribuimos al bien, desarrollo y felicidad de la humanidad y del planeta.
Joan Antoni Melé Cartaña, estudió Ciencias Exactas
y Ciencias Físicasen la UB, y más tarde Ciencias económicas.
Durante treinta años de profesión bancaria ha tenido
la oportunidad de observar y conocer de primera mano
la relación de las personas con el dinero y la consecuencias
que se derivan. Desde 2006, trabaja en la banca ética de Triodos Bank
como Diretor Territorial de Cataluña y Baleares, actividad que compagina
con la de conferenciante de temas soiceconómicos y de humanidades.
martes, 2 de noviembre de 2010
NOBEL DE LA PAZ 2010: LIU XIAOBO "El maestro de la libertad"
Entre rejas. Por sus familiares, así se enterará Liu Xiaobo de que ha sido galardonado con el premio Nobel de la Paz. Todo un reconocimiento a su lucha por la democracia y los derechos humanos en China, pero una bofetada en toda regla al régimen de Pekín. Para su escarnio, sus esfuerzos por modernizar el país gracias a su apertura y crecimiento económico se ven eclipsados por una evidente falta de libertades que lleva a la cárcel a disidentes políticos como Liu Xiaobo.
Nacido el 28 de diciembre de 1955 en Changchun, capital de la provincia de Jilin, fue condenado a once años de prisión durante la pasada Navidad. Su delito: subversión contra el Estado, la vaga y genérica acusación con la que el todavía denominado régimen comunista suele perseguir a todos aquéllos que cuestionan la hegemonía del Partido.
Profesor de Literatura en la Universidad de Pekín, Liu Xiaobo participó en las protestas de los estudiantes que tomaron la plaza de Tiananamen en la primavera de 1989, y que acabaron con un baño de sangre cuando el Ejército las aplastó por la fuerza por orden de Deng Xiaoping, el “Pequeño Timonel” que abrió el país tras la muerte de Mao Zedong en 1976.
Señalado como un “enemigo del Estado” desde entonces, Liu Xiaobo pasó seis años en la cárcel y luego fue confinado bajo arresto domiciliario y sometido a constante vigilancia policial. Tras despistar a los policías que lo custodiaban, concedió una entrevista a un diario occidental, coincidiendo con el aniversario de la matanza de Tiananmen. En aquella charla, mantenida en un discreto salón reservado de una tetería, aseguraba que el movimiento de los universitarios “no fracasó, porque despertó la democracia y la lucha por los derechos civiles en China”.
Impulsor de la «Carta 08»
Embarcado en dicha cruzada, Liu Xiaobo, quien preside el Club Pen de China desde 2003, lideró la redacción de la “Carta 08”, un manifiesto por la democracia que se inspira en la “Carta 77” escrita ese año en Checoslovaquia contra la ocupación soviética. Dicho documento, suscrito a finales de 2008 por 300 intelectuales y apoyado luego por miles de internautas reclamaba 19 medidas como reformar la Constitución de China, llevar a cabo una auténtica separación de poderes para alcanzar la independencia judicial, promover el multipartidismo y las elecciones democráticas a todos los niveles, garantizar los derechos humanos y las libertades de expresión, reunión y religión.
Además de alertar sobre las desigualdades sociales y los graves problemas medioambientales que sufre el país, esta carta abierta abogaba por el diálogo con Taiwán y las etnias minoritarias para avanzar hacia una república federal en China y no se olvidaba de pedir la liberación de los presos políticos y la abolición de los delitos que criminalizan a los disidentes.
Todo un desafío al monopolio político del régimen comunista, que lo arrestó a finales de 2008 y lo condenó a once años de cárcel tres días antes de su cumpleaños el pasado mes de diciembre. De poco le vale allí el millón y medio de dólares con que está dotado el prestigioso Premio Nobel, pero la causa de la democracia en China sí que ha recibido un notable espaldarazo mundial.
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