Quisiera que la vida aprenda
El verso que voy a contar
Se trata de un sueño posible
Conciencia de amor a recuperar
Soñé que paseábamos libres
Sentí que, no estabamos solos
Que todo el mundo
se puso a cantar
Y que así muy juntos,
armaban acordes de paz.
Que nuestra canción
Se elevaba hacia el futuro
Que el cielo era
nuestra profunda verdad.
Soné que los vientos eternos y activos
Soplaban al centro de la humanidad
Y así la inocente
sonrisa de un niño
se vuelve cada día un Sol matinal
que su hambre se acaba, por fin en este siglo
se alumbra la vida, la vida , Vida
martes, 22 de diciembre de 2009
Con ternura y solidaridad.... en estos dias
miércoles, 2 de diciembre de 2009
A propósito de... "Memorias de Africa" EL SAQUEO DEL CONGO Y SUS MILLONES DE ASESINADOS
“Lo encubierto se descubrirá
y lo escondido se sabrá”.
Amigos/as:
La solidaridad, en ocasiones, es más que un deber. Los poderosos no sólo disponen de recursos para proceder con impunidad, sino que pueden imputar a otros crímenes suyos o calumniar y desprestigiar a quienes los desenmascaran sus mentiras.
Los hechos son simples.
Hace unos 20 años, poderosas multinacionales -con complicidad de gobiernos- y mafias determinadas se propusieron saquear los inmensos recursos del Congo ( oro, diamantes, coltán, casiterita, cobre, cobalto...). A tal fín, un país pequeño como Ruanda fue equipado de un poderoso ejército de matones, -más de 150.000 hombres- y también Uganda. Se produjeron matanzas sistemáticas (hubo regiones donde murieron más del 75 % de los niños menores de 2 años) y, como derivación de huidas masivas, hubo hambre y enfermedades devastadoras.
Se cacula que las víctimas fueron más de cinco millones. Estos hechos terribles los conocían los gobiernos de Europa y Estados Unidos. Callaron. Los conocía también la ONU. Calló y no movió ni un dedo.
Entre los millones de personas asesinadas murieron 9 españoles, cooperantes y misioneros. En 2005 el Forum Internacional para la Verdad y la Justicia en el Africa de los Grandes Lagos, presidido por Juan Carrero Saralegui, interpuso en la Audiencia Nacional española una querella criminal para aclarar todas estas muertes. Tras tres años de investigaciones, el Juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andréu Merelles emite órdenes de arresto contra altos mandos del Frente Patriótico Ruandés (FPR). Entre las organizaciones que constituyen este Forum está la Fundación S´Olivar, presidida también por Juan Carrero.
La Misión de Paz desplegada por la ONU en el Congo es severamente cuestionada en estos días por organizaciones internacionales como Pax Christi, War Chil y Oxfam. Entre tanto, Paul Kagame, presidente del Congo goza de protección y apoyo, es presentado como gobernante modélico y goza de impunidad.
Paradójicamente, la ONU arremete ahora contra la Fundación S´Olivar -que apenas maneja al año 50.000 €, acusándola de dedicar ese dinero a financiar la guerrilla del FDRL, todo para desprestigiarla y ahogarla económicamente.
¿Qué hacen los 20.000 cascos azules de la ONU allí desplazados: promover y conseguir la paz o encubrir y custodiar determinados proyectos de multinacionales y grupos mafiosos? “La Fundación S´Olivar -escribe la revista UMOYA- (noviembre 2009) ha puesto al descubierto las verdades oficiales y la ONU en lugar de reconocerle y apoyarle en su lucha por la justicia y la reconciliación, parece ponerse de parte de los asesinos “.
La verdad, hecha pública, es la única manera de que la sociedad reaccione y actúe contra esta barbarie.
Las amenazas, que ha recibido la Fundación : Somos más poderosos de lo que pensáis. Podemos poneros de rodillas, han chocado con la honradez y coraje de los que la componen y, en especial, de Juan Carrero. Hagamos que la verdad se sepa y apoyemos fraterna y solidariamente a quienes la proclaman.
Juan Carrero- Fundación Olivar.
Estimado Juan. Un abrazo de Paz y Bien.
Quiero expresarte toda mi solidaridad y apoyo al compromiso y acción de la Fundación Olivar en bien de los pueblos. Aquellos que buscan la impunidad ejercerán resistencia frente a las denuncias de las masacres contra los pueblos de Ruanda y el Congo.
Los largos años de compromiso junto a los pueblos testimonian tu acción no-violenta. Mal pueden acusarte y acusar a quienes te acompañan de apoyar la lucha armada. Tu acción siempre fue a través de la Verdad y la Justicia.
Te deseo a ti y todos los que te acompañan mucha fuerza y esperanza y sepan que no están solos. Muchas organizaciones están viendo la situación en el mundo.
La única forma de impedir que los crimenes de lesa humanidad continuén cometiéndose es el derecho a la Justicia.
Fraternalmente
Adolfo Pérez Esquivel
(Muchas gracias Adolfo, los compañeros leerán tus palabras el martes, cuando el Parlament Balear nos de su apoyo por unanimidad y el miércoles el Consell Insular).
2. ¿QUIÉNES SON LOS VERDADEROS PIRATAS?
Han pasado más de 47 días del secuestro del Alakrana en las aguas de Somalia.
El público español ha visto correr ríos de tinta sobre este secuestro en los periódicos, muchas imágenes y reportajes en la televisión, demandas de los familiares de los secuestrados, manifestaciones en la calle, acusaciones y peleas entre políticos dentro del Parlamento, improperios y exigencia de responsabilidades al Gobierno por parte de la oposición, etc.
Pero nadie ha dicho nada por qué ocurre esto en Somalia, quiénes son los piratas y por qué causas hacen los secuestros. Se ha dado por supuesto que estos piratas eran unos bandoleros del mar y nos hemos enredado en un laberinto de discusiones y enfrentamientos, ajenos a la realidad de los hechos reales. La conclusión ha sido que sólo allí existe esta clase de gente y que, habrá que seguir adelante, proveyendo a nuestros barcos del personal y armas necesarias para una eficaz defensa, a pesar de saber que los secuestradores no matan, no lo han hecho hasta ahora, y sí que han matado a secuestradores, países que han intentado rescatar a su gente y han matado a menores de edad.
España ha seguido con interés el secuestro, lo ha comentado sin cesar y no sabemos hasta cuándo va a seguir. Pero, España no se ha enterado de la verdad -oculta y ocultada – muy distinta a la que nos han contado.
Somalia, con unos 9 millones de habitantes y unos 3.3000 km. de costa, se hundió como Gobierno después de acabada la guerra en 1991. Tiene grandes reservas de alimentos marinos (atún, camarón, langosta, etc) y de ellos vivían sus habitantes con la actividad importante de sus pescadores. Y tiene también reserva de petróleo y minerales . El caos, seguido a la guerra, propició la presencia de decenas y aun centenas de barcos (en 2005 se calculó que pescaron allí unos 800 barcos de distintos países, muchos de ellos europeos y también españoles) que transitaban por sus aguas con entera impunidad con el doble objetivo de pescar y arrojar al mar barriles y más barriles de residuos nucleares, radiactivos y muy tóxicos, que produjeron diversas enfermedades en sus habitantes.
Los somalíes, dentro de su pobreza y escasez de medios y, en especial los pescadores, se organizaron en una asociación llamada “Guardacostas voluntarios de Somalia” con el fin de frenar la depredación extranjera y exigirles, como contraparte, un impuesto.
Nada hicieron las Naciones, aunque hubo delegados de la ONU, para remediar
que las aguas de Somalia se convirtieran en vertedero de residuos nucleares llevados hasta allí por grandes cargueros de fábricas de diversos países y sí hubo seca negativa a atender la propuesta del impuesto como medio mínimo y justísimo para combatir el hambre generalizada y las enfermedades del pueblo. Con razón, encuestas rigurosas explican que más de un 70 % de la población apoya a los “piratas”, pues “piratas” eran su gente, sus pescadores y otros trabajadores -patriotas de cuño- que defendían lo suyo y buscaban la sobrevivencia de su pueblo combatiendo como podían, con pocos medios, el hambre y las emfermedades importados por estos faenadores ilegales del mar, respaldados por grandes corporaciones empresariales y por gobiernos.
Es ésta la otra cara del secuestro. ¿Cuándo los partidos políticos y sus señorías parlamentarias, con la red mediática que dominan, y otras entidades financieras, dirán la verdad, se ocuparán de ella en serio y dejarán de aturdirnos con el espectáculo más que degradante de intereses partidistas y ambiciones egoístas? ¿Quiénes son los verdaderos piratas?
Benjamín Forcano
3. DESMONTANDO A LA MONJA-BULO
El artículo de María R. Sauquillo y Emilio de Benito “Desmontando a la monja-bulo” (El País, 1-XI-09) no es fiable, por ser ellos quienes han venido justificando reiteradamente la alarma de la gripe A, su devastación peligrosa y, paradójicamente, su benignidad (hasta el punto de que resulta menos peligrosa que la gripe común), pero con la necesidad de que gobiernos y sociedades acopiasen vacunas en cantidad ingente por hacer frente a la ‘pandemia’ inminente.
El escenario montado por los articulistas: víctima, villano, héroes, para impugnar la ficción de la monja, se viene abajo por sí solo. Porque sí es cierto lo que narra la monja: la gripe aviar nunca fue una pandemia, y así la presentó la OMS engañándonos; ni lo es la Gripe A, por no revestir las características de una pandemia: transmisión con incidencia superior a la habitual. La víctima, pues, no existe, afortunadamente.
El villano ha sido descubierto hace tiempo no por la monja sino por gente del mundo de la ciencia y de la ética, en ámbitos de la industria farmacéutica y con personajes concretos, que han ideado vacunas sin tener probada la existencia de la enfermedad. Y respecto a nosotros los héroes, concluyen dichos periodistas que la dos propuestas de la monja -no vacunarse y recibir indemnización si produce efecto adverso- “son tan lógicas que no hay nadie, incluido el Ministerio de Sanidad español, que no esté de acuerdo”.
La monja Forcades es médico y lo que expone no son buenas intenciones, que nos hacen comulgar con ruedas de molino, sino pruebas que los autores, para desprestigiarle, no aportan. Yo no soy médico y parece que ellos tampoco. No les falta, sin embargo, habilidad para confundir al lector diciendo verdades a medias y sembrando miedo. Porque si bulo es propagar una noticia falsa con algún fin, deben analizar si esto no cuadra con cuanta información ellos han ofrecido.
Los médicos -muchos más de los que cabe imaginar- no hablan (cabe intuir por qué) pero se ríen entre molestos y burlones y, en privado, aconsejan no vacunarse. Igual que la Dra. Forcades. En conclusión, los autores con su título de cabecera han logrado, de cara al lector rápido y desprevenido, un efecto que no lograrían con mil artículos: lo que la monja dice es un bulo. No prueban nada y, encima, endilgan a la monja la autoría de una teoría conspirativa.
Benjamín Forcano
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